Al igual que la primera final, ésta también fue para el infarto.
Ambos equipos salieron a ganar o ganar, totalmente concentrados en levantar la copa del campeón.
Ya en el primer tiempo, Liverpool convirtió 4 goles, mientras que los muchachos de La Plazita convirtieron 3.
Fue un partido muy picante, con muchas quejas al árbitro y unas cuántas tiradas dignas de contratación por Migré.
En el receso, ambos equipos fueron arengados por sus técnicos y alentados por los compañeros suplentes.
Volvieron al 2do tiempo, nuevamente con las mismas ganas y fuerza con la que empezaron el primero.
El partido podía inclinarse a favor de cualquiera de los dos, pero la velocidad, las ganas de divertirse y la frialdad a la hora de convertir, hizo que se inclinara a favro de Liverpool. Quién convirtió otros 4 goles en el 2do tiempo.
Fue una final de 8-6 a favor de éstos últimos.
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